El snowboard o snowboarding es un deporte de invierno que consiste en la utilización de una tabla, a la que van fijados ambos pies, para deslizarse por la nieve. Un deporte de deslizamiento ideal para disfrutar de las pistas nevadas que apareció por primera vez en Estados Unidos, a finales de los años 70.

El snow es un deporte de deslizamiento que tiene muchas similitudes con el surf y el skate: en todos ellos se desliza de lado. Del surf, ha tomado la elegancia y la fluidez de los movimientos y del skate la ambición por realizar saltos y trucos, así como grindar módulos y barandillas. El material básico necesario para practicar snowboard son la tabla, unas botas y las fijaciones.

Por último, el vestuario y la jerga, sería la guinda final que conforma el espíritu diferencial del colectivo snowboard en la nieve.

En sus inicios, la rivalidad entre esquiadores y snowboarders era latente. De hecho, hasta hace pocos años estaba prohibido en muchas estaciones de esquí de España. Sin embargo, hoy en día, es un deporte de invierno muy extendido que convive a la perfección con el esquí alpino. De hecho, el snowboard se incorporó a los Juegos Olímpicos de Invierno en 2015 y no cesa de incrementar el número de riders.

El número de practicantes también sigue aumentando dado que en los inicios, es más sencillo de aprender el snowboard que el esquí alpino.

El snowboard en los Juegos Olímpicos de Invierno (Fuente: www.olympics.com)

Aunque el snowboard es considerado un deporte más o menos actual, la realidad es que se lleva practicando desde hace cientos de años. La historia del snowboard se remonta a una etnia en Turquía (los laces), que usaban una tabla de madera para desplazarse por la nieve. La práctica de esta etnia era el lazboard, considerado el predecesor del snowboard.

Pero si nos vamos a la historia del snowboard más reciente encontramos a dos americanos. Por un lado, el ingeniero Sherman Poppen, que decidió juntar en 1965 dos tablas de esquí para fabricar un juguete para sus hijas. De esta manera surgiría el snurfer, que es la fusión entre el snow y el surf. Tras este acontecimiento, el snurfer comenzó a crecer, llegando a tener un gran número de aficionados, por lo que en la década de los 70 se realizarían competiciones.

Por otro lado, está el americano Tom Sims, amante del skateboard que decide fabricar en los 60 una tabla de nieve. Su idea fue revolucionaria porque decidió tapizar la parte de arriba de la tabla para evitar que sus botas resbalaran, así como poner una chapa de aluminio en la parte de abajo para deslizarse mejor por la nieve. Esta nueva tabla comenzó a comercializarse en los 70.

Otro personaje que revolucionó la historia del snowboard es Jake Burton Carpenter. En 1977, decidió aparecer en una competición de snurfing con unas fijaciones que había fabricado él mismo. Ese mismo año se crearía Burton Snowboards, que se convertiría en el mayor fabricante de tablas de snowboard del mundo y una de las marcas de snowboard más prestigiosas hasta la fecha.

Este deporte continuaría evolucionando durante los próximos años, logrando ser reconocido como deporte en 1994 por la Federación Internacional de Esquí. Finalmente, en 2015 logró ser disciplina deportiva de los Juegos Olímpicos de Invierno.

El material de snowboard ha evolucionado mucho en los últimos años, pudiéndose agruparse en tres grandes familias: alpinas, freestyle y freeride.

Las encontrarás de todo tipo de precios. Las más económicas son inyectadas (de poliuretano dilatado de alta densidad) y las más caras, normalmente son laminadas y responden mejor tanto a la flexión como a la torsión.

Las tablas de snowboard se diferencian tanto en su longitud, anchura y composición como en su «camber», «Rocker» y «flex» (deformidad de la tabla) para poder realizar trucos.

El camber es una ligera curva ascendente en la parte central de un esquí o una tabla de snowboard. El límite del camber, está donde termina el canto efectivo así como en los puntos de contacto de la tabla con la nieve sin aplicarle peso. Es sencillo de comprobar el camber de una tabla de snowboard, déjala apoyada en el suelo o sobre una mesa y verás que una parte de la suela no entra en contacto con la superficie.

Las tablas con camber normal ofrecen una gran precisión en pistas tratadas para virajes conducidos y facilitan la flotabilidad en nieve virgen.

Estas son ideales para niveles avanzados y expertos, sin embargo si estás aprendiendo evítalo dado que necesita de bastante precisión por parte del rider para iniciar los giros. La razón es que si aplicamos presión en la parte central de una tabla (entre las dos fijaciones) con Camber , la tabla actuará como un resorte. Si el rider tiene la técnica y la experiencia suficiente, las sensaciones de potencia y conducción en el viraje serán espectaculares.

La camber cero o plana, es ideal para el Jibbing, entrar en el snowpark y hacer trucos en barandillas.

Las tablas que presentan el camber invertido con Rocker presentan un diseño heredado de las tablas de surf. La forma de «banana» de estas tablas facilitan mucho la flotación en nieves no tratadas y nieve virgen. Son aptas para riders principiantes dado que los cantos apenas entran tanto en contacto con la nieve. Lo notarás a la hora de realizar los giros, dado que pivotan sobre la zona central y evitan el temido «contracanto», con sus bruscas caídas hacia la pendiente.

Por último, existen las Camber Rock o CamRock, que presentan el tradicional camber pero también presentan un rocker que se inicia a ambos lados de las fijaciones. Los riders expertos se suelen decantar por este tipo de tablas en los snowpark dado que aportan un pop (estabilidad encima de un rail, módulo o barandilla) muy estable.

Por ejemplo, las alpinas son más largas y estrechas, y sus cotas de carving están muy marcadas para facilitar los virajes conducidos. Además normalmente son más rígidas limitando la torsión en su eje longitudinal. En las tablas de snow alpinas, verás que las fijaciones están orientadas hacia el sentido de desplazamiento. Por otro lado, las tablas freeride no tienen mucho flex y tienen un tamaño intermedio y por último las de freestyle, que son las más cortas y manejables, presentan las fijaciones con muy poco grado de ángulo hacia el sentido de desplazamiento, estando casi perpendiculares al eje longitudinal.

Importante: si tienes los pies grandes (a partir de un 45), deberás optar por una tabla ancha o «tabla Wide» independientemente de la especialidad, para evitar que rocen tus pies con la nieve en los virajes pronunciados.

Las fijaciones son la parte que une la bota con la tabla de snowboard y las encontrarás «hard» o «soft». Las primeras se utilizan para bota rígida, similares a las de esquí alpino y las segundas, son aptas para botas blandas. Todas las fijaciones de snowboard, pueden disponer de un sistema «step-in» que permite anclar la bota a la fijación sin necesidad de agacharse o tirarse a la nieve.

Por último, las prendas de snowboard son muy diferentes a las de corte clásico de esquí alpino. Suelen ser prendas anchas y cómodas, que permiten la movilidad. Si quieres elegir una prenda en concreto, aquí tienes las marcas de ropa más famosas de esquí y snowboard.

La longitud de la chaqueta suele superar la parte superior del pantalón, para aislar del frío y la humedad de la nieve cuando el rider se sienta en ella. En el caso del snowboard, el aislamiento es crucial dado que permanecer de pie no suele ser cómodo y al final los deportistas acaban sentados o de rodillas en la nieve. Si quieres hacer snowboard, será importante encontrar una chaqueta que permita libertad de movimientos y que sea muy impermeable. Los rider que practican freeride o freestyle, visten prendas «oversize» dado que suelen llevar protecciones internas (espalderas, protección de coxis, …).

Aunque los inicios del snowboard se remontan a los años 60 en Estados Unidos, en España no se popularizó este deporte hasta mediados de los años 90. Y es que aunque en los años 80 había algunas tablas de snowboard aisladas en diferentes estaciones de los Pirineos, no fue hasta 1993 cuando se popularizó coincidiendo con el primer campeonato mundial organizado por la International Snowboard Federation.

De hecho, la primera estación de esquí en incluir esta disciplina fue Sierra Nevada, quien decidió incluir este deporte a sus pistas en 1996. Además, no hay que olvidarse de que el snowboard tardó algo más en formar parte de los Juegos Olímpicos de Invierno.

Durante los últimos años, el snowboard ha ganado popularidad entre los españoles y es por eso que en 2011 se celebró en la estación de La Molina el Campeonato del Mundo de Snowboard. Esto supuso todo un reto para la estación, ya que a pocos días de empezar las pruebas las pistas no estaban en buen estado para realizar la competición. Sin embargo, la estación superó las adversidades meteorológicas y logró albergar el campeonato.

Tras esto, España ha sido elegida para celebrar más Copas del Mundo de Snowboard. Entre las estaciones destacadas se encuentra Sierra Nevada, que consiguió albergar varias pruebas en 2013 y en 2020. Sin duda, uno de los factores más relevantes que para que continúe el auge del snowboard en España son los éxitos internacionales conseguidos por el campeón olímpico Regino Hernández y Lucas Eguibar, oro en SBX.

Hoy en día el snowboard o snowboarding puede ser practicado en diferentes modalidades y existen tablas de snow con características diferentes para cada disciplina. Estas son las modalidades de snowboard que existen actualmente:

El estilo libre o freestyle es una modalidad que se centra en hacer todo tipo de acrobacias con la tabla de snow. Existen las siguientes disciplinas dentro de la modalidad:

Esta modalidad de snowboard está enfocada en el descenso por lugares extremos fuera de las pistas. En ocasiones se puede fundir con el estilo libre o freestyle cuando se utilizan elementos naturales como rocas para realizar acrobacias. Si este es el caso se le conoce como freeride extremo. La competición más famosa a nivel internacional, es el Freeride World Tour.

El eslalon paralelo consiste en esquivar una serie de puertas en zigzag. En esta modalidad primero descienden los competidores de manera individual y después se clasifican para las eliminatorias los 32 mejores tiempos. En estas, salen dos competidores a la vez y descienden una vez por cada lado. Para facilitar la curva del snowboarder, el palo interior de la puerta es corto.

Los competidores usan una bota rígida con más inclinación que las que se usan en otras modalidades de snow. Esta bota era la más habitual en los inicios del snowboard, pero ahora ha quedado en desuso y relegada a esta modalidad.

En esta modalidad compiten 4 deportistas a la vez. Los snowboarders tienen que bajar por una pista llena de saltos, curvas peraltadas y obstáculos variados. En la primera fase de la competición se compite de manera individual, y después los 32 mejores tiempos tendrán que competir en grupos de 4.

En esa disciplina se utiliza tanto la bota blanda como la bota dura del eslalon, por lo que el creador de la pista es el responsable de igualar las fuerzas entre las dos corrientes del snowboard. Existen también los «banked slalom» que consiste en un circuito con curvas peraltadas. Es un formato no oficial menos competitivo y más participativo.

Lo primero que deberás saber para elegir y acondicionar tu material de snowboard, es descubrir tu «stance»: saber si eres un rider «Goofy» o «regular». Los primeros llevan el pie derecho delante y los ‘regular’ el izquierdo delante.

Recuerda, al ponerte las fijaciones, ponte primero siempre el pie de delante y para subir al remonte o desplazarte en un plano, libera el de detrás. Los primeros movimientos que deberás aprender, será mantenerte de pie en un plano y liberar el pie posterior e impulsarte con él.

Después podrás practicar la posición «front side» y «back side», que significa estar de frente o de espaldas a la montaña, debiendo trasladar el peso de tu cuerpo sobre el canto del valle o de la montaña para mantenerte estable en una mínima pendiente. Empieza por desplazamientos diagonales front, es más sencillo y menos doloroso en caso de caída.

La posición ideal en descenso, suele consistir en llevar los brazos ligeramente abiertos en línea con los hombros, tobillos y rodillas flexionadas con posición adelantada, tronco erguido y mirada dirigida hacia la dirección de la curva. Ya sabéis, esto son nociones muy básicas. Lo mejor siempre es recibir clases de un profesional para aprender y disfrutar del snowboard, evitando poner en riesgo vuestra integridad física y evolucionar sin tener «malos hábitos» que después serán complejos de eliminar.