Olas de metro y medio de altura, más de 300 caballos de potencia, una tabla de surf y 45 segundos para hacer maniobras. Estos son algunos datos de la modalidad de wakesurf, que vivirá su primer Campeonato de España entre el 9 y el 11 de septiembre en las aguas de río Miño a su paso por la localidad de Tui. 

“La idea era poder celebrar la primera edición el año pasado. Pero con el covid, no pudimos hacerlo. Sí hicimos un Gallego”, explica el delegado nacional de wakesurf, Alfonso Rey, que también será uno de los competidores en el evento tudense. 

La mecánica de la disciplina combina elementos del esquí náutico, el snowboard y el surf. En la parte de motorización, una potente lancha, lastrada con depósitos de agua y con las ‘palas’ en la popa, levanta una ola de más de un metro de altura y dos de ancho, en la que “los participantes tienen que ir haciendo maniobras a lo largo de 45 segundos. Se puntúa el estilo y las figuras que hagan durante ese tiempo”, explica Rey. Cada deportista tiene dos oportunidades de 45 segundos  y puntuará con la que obtenga una mejor nota de ambas para la clasificación general. 

Tres jueces dentro del barco y otro en tierra son los encargados de evaluar la actuación del participante de una modalidad que creció de forma notable en los últimos cinco años. El propio Rey indica que “en Galicia, tenemos un buen nivel, pero no se puede comparar con otros sitios hasta que vengan aquí. Sé que hay un grupo potente en Madrid, otro en Barcelona y otro en Valencia. Lo que pasa es que en Instagram puedes ver una maniobra muy buena, pero igual no tiene más. Y eso no sirve”, relata. 

Debido a esta situación, es muy complicado hacer un pronóstico de cara al certamen estatal que se celebrará en Tui. El propio Alfonso Rey se sitúa entre los candidatos a la victoria: “Espero hacer un podio”. Como parte organizadora, espera que en el río Miño se puedan congregar hasta medio centenar de especialistas en esta modalidad, que es nueva dentro del esquí náutico, pero muy atractiva. En Estados Unidos y en Europa ya se practica desde hace años y, de forma reciente, se introdujo en España. 

Además de la pericia, el estilo y el número de maniobras, es clave la seguridad porque, en caso de caerse el deportista, la manga queda invalidada. Es decir, un error se paga de forma notable.

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