La pandemia ha cambiado la perspectiva al viajar y cada vez son más los que a la hora de elegir su destino valoran factores como poder realizar actividades físicas con las que enriquecer aún más su experiencia y, de paso, cuidar su salud y bienestar. Con las vacaciones cada vez más cerca todo lo que implique contacto con el mar es sinónimo de éxito, y si hay un deporte que está ganando adeptos es el surf. Esta modalidad cuenta en España con más de 18.000 federados, y está desbancando a otras actividades acuáticas como el kitesurf o el windsurf.

El vaivén de la tabla con las olas, su fuerza y la huella de la sal en la piel son tan adictivos que los que surfean saben que no se trata solo de un deporte, sino más bien de una filosofía de vida que invita a exprimir al máximo la naturaleza y tomarse las cosas con calma. Razones por las que encaja a la perfección con otras disciplinas como el yoga, que además de contribuir a mejorar la flexibilidad, despejan la mente y consiguen que quien lo pruebe, quiera más.

Ahora bien, empezar no resulta fácil si no se cuenta con la ayuda de un profesional con el que aprender a conocer tanto la técnica como los entresijos del agua. «La gente piensa que el mar es un juego y muchos se tiran con la tabla sin tenerle ningún respeto, y ese es el principal error», explica Ruyman Rey, dueño de la escuela de surf Pura Vida, de Fuerteventura, y profesor de las asignaturas 'Enseñanza y Seguridad en el Surf' en la Federación Española de Surfing. Añade que, para iniciarse, no hay una edad concreta, solo hace falta una buena condición física y echarle muchas ganas. «En mi caso he dado clase a niños de 2 años y a personas de casi 70, y lo que más ha influido siempre ha sido su motivación», afirma.

También aconseja ir poco a poco y empezar cogiendo espumas -la parte de la ola que se acerca más a la orilla cuando ya ha roto- como toma de contacto para comenzar a tener diferentes sensaciones. En cuanto a las rutinas ‘fitness’ con las que se puede complementar para mejorar resultados, recomienda las artes marciales, boxeo o el ‘muay thai’, porque «en general mejoran la condición física». Recomienda también trabajar la apnea, pues «todo ello contribuye a que en el agua uno sienta más confianza al surfear».

En cuanto al modo en el que cambia el cuerpo de una persona que practica este deporte, Ruyman señala que se ejercita más el tren superior para remar con los brazos mientras se busca estabilidad con el ‘core’, por lo que se experimentará un cambio bastante significativo en esa zona, y que aquellos que llegan a poner de pie también ejercitan bastante la parte inferior, especialmente los cuádriceps, glúteos y gemelos.

Por su parte, José Luis Izaguirre, director de Free Sufers School Fuerteventura, apunta que los principiantes deben emplear una tabla grande, de ‘foam’ (un material blando y de alta flexibilidad) que ayude a flotar con más facilidad y que uno de los puntos clave de este deporte reside en la rapidez, agilidad y resistencia. Por ello, recomienda ejercicios funcionales y dinámicos que, aunque de poca duración, resulten intensos, y nunca olvidar calentar y estirar en cada sesión para evitar lesiones.

En opinión de Rey, «el error más común de un surfista principiante es olvidarse, precisamente, de que lo es. Mucha gente después de coger olas dos o tres días ya se cree una experta y entra en todos los ‘spots’, creando situaciones de peligro para quienes están a su alrededor, ya que en realidad tiene un nivel bajo y no controla». En lo que se refiere a la técnica, desde Free Surfers School Fuerteventura hacen hincapié en el tipo de remada, pues suelen hacerlo de arriba abajo forzando mucho los hombros.

«Otros fallos muy comunes consisten en colocar los pies juntos sobre la tabla, mover los brazos a lo loco y ponerse en pie apoyando las rodillas», eso sin hablar de la elección de los materiales sin ningún tipo de asesoramiento, indican los expertos. No hay duda de que en el surf, como en todo, hay que tomárselo con tranquilidad y no olvidarse de disfrutar.

Quien posee una buena tabla de surf tiene un tesoro, y aquellos que deseen invertir en esta disciplina encontrarán en ellas sus mejores aliadas. «Los diseños artesanales son auténticas obras de arte que se adecúan a las medidas de la persona y el tipo de ‘surfing’ que tiene, para adaptarse al máximo a sus movimientos y que se sienta cómoda», explica Alejandro Iriarte, ‘shaper’ en el taller Dream Machine Surfboards de Fuerteventura y propietario de Eyefins Surfboards. Aporta ciertos puntos clave que todo el que posea una debería saber.

- Pueden durar de 3 a 4 años si se les da un uso frecuente y, si se cuidan bien, toda una vida.

- El sol y las altas temperaturas son sus dos mayores enemigos. Su creación conlleva aproximadamente 3 días de trabajo.

- Los materiales empleados van desde las fibras a los ‘plugs’ de tapones, ‘leash’, catalizadores, resinas, estireno parafinado y pinturas variadas.

- De media, una tabla estándar de 6 pies pesa entre 3 y 3,5 kilogramos.

- Su precio está entre los 400 y los 800 euros, en función de los materiales y las medidas.

Como en cualquier disciplina que se precie, es necesario familiarizarse con una serie de vocablos que se vuelven imprescindibles para cualquier 'surfer'.

- Spot. El lugar donde ir a surfear.

- Line-up. Zona de dentro del agua donde los surfistas se alinean esperando la siguiente ola.

- Pocket. El punto donde termina la espuma y comienza la pared surfeable de la ola.

- Point break. Lugar donde rompen las olas.

- Tubo. Es el espacio del hueco que queda envuelto bajo la caída y rotura de la ola.

- Take off. Consiste en dejar de remar y ponerse de pie sobre la tabla cuando la ola ya está empujando.

- Pop-up. Técnica de ponerse de pie sobre la tabla de un salto.

- Pato. Maniobra usada para llegar remando hasta donde rompen las olas que consiste en hundir la punta de la tabla en el agua y pasar buceando por debajo de la espuma.

- Goofy. Aquellos que surfean con el pie derecho en la parte delantera de la tabla. Los que lo hacen con el pie izquierdo se denominan ‘regular’.

- Backpaddling. Robarle a otro surfero la ola remando por detrás de él.

- País Vasco: Zarautz (Guipúzcoa), Mundaka (Vizcaya), Zurriola (San Sebastián).

- Cantabria: Somo y Loredo (Santander), Berria (Santoña). GALICIA Pantín en Valdomiño y Razo en Carballo (Coruña), A Lanzada (Pontevedra).

- Asturias: Salinas (Castrillón), Rodiles (Villaviciosa), La Grande (Tapia de Casariego).

- Canarias: Famara (Lanzarote), El Hierro (Fuerteventura), El Confital (Gran Canaria), Igueste (Tenerife).

Periodista apasionada de la moda, los viajes y los animales. Podrás encontrarme escribiendo en cualquier cafetería ‘dog friendly’, o donde se respire energía positiva. Mi lema es "se triunfa con lo que se aprende, en lo bueno y en lo malo".

Queremos conocerte para poder ofrecerte los contenidos según tus preferencias ¿Podrías respondernos unas breves preguntas?

No te llevará más de un minuto. ¡Gracias por adelantado!

Por favor ¿Nos puedes facilitar tu fecha de nacimiento y género?

Por favor, marca uno o varios temas que sean de tu interés.