Glamour a la francesa y audacia italiana en la exclusiva Saint-Tropez

2022-09-09 21:14:14 By : Ms. shiny Miss

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Curso de vela en el Yatch Club de Saint-Tropez, en la bahía de Canebiers

Begoña Corzo Suárez

Los lugareños y visitantes de Saint-Tropez esperan con ansias el verano, pero cuando este toca a su fin, la fiesta y el glamur continúan con un gran acontecimiento, las Voiles de Saint-Tropez. Esta regata reúne todo tipo de embarcaciones de vela, desde las más clásicas a las ultramodernas, en uno de los escenarios más bellos y exclusivos que existen en el Mediterráneo.

Asistir a las regatas, que en esta edición comenzarán el 25 de septiembre, es todo un espectáculo, pero combinar este acontecimiento con una estancia chic y la práctica de experiencias acuáticas audaces lo es aún más. Y hay un lugar que reúne lo mejor de ambos mundos.

El hotel Sezz de Saint-Tropez

Es el hotel Sezz, uno de los hoteles de cinco estrellas mejor valorados de Francia, que bien podría haber sido el escenario de la icónica película franco-italiana “La piscine” (1969), de Jacques Deray, con Alain Delon, Romy Schneider, una jovencísima Jane Birkin y Maurice Ronet. Los elegantes y minimalistas bungalows y villas con reminiscencias de los años cincuenta se distribuyen en torno a una gran piscina central climatizada rodeada de cítricos, palmeras y mimosas. Todos cuentan con una amplia terraza privada, ducha al aire libre y productos de baño Acqua di Parma. Las villas suman, además, la privacidad de sus propias piscinas de inmersión.

Un entorno así, creado por el célebre interiorista Christophe Pillet, pide llegar a él como lo hace en la película Harry, el amante de Marianne, a bordo de un Maseratti Ghibli. Pero esta vez, haciendo honor a este lugar que tiene muy en cuenta el respeto al medio ambiente, lo suyo es elegir la versión híbrida del Ghibli, o el rutilante Maseratti Levante Hybrid, el novísimo SUV de la marca del tridente, que se estrena en este segmento sin dejar de lado el célebre rugido de sus modelos de competición. Un sonido que es perceptible incluso cuando se conduce poco a poco, sin prisas, pasando por pueblos engalanados todas las gamas del ocre y punteados por el verde de los viñedos con los que se elaboran los vinos de Côtes de Provence.

El Maserati Levante Hybrid en Saint-Tropez

El hotel está situado en la Route des Salins, a solo 2 km del centro de Saint-Tropez y a 5 kilómetros de Pampelonne, la playa más liberal del mundo, donde Brigitte Bardot una vez bailó arrebatada y sensual hasta el amanecer en Y dios creó a la mujer. A menos de 10 minutos a pie se llega a la playa de la bahía de Canebiers, emplazamiento del Yacht Club de Saint-Tropez, donde el pasado marzo muchas personas dieron la bienvenida al trimarán Maseratti de Giovanni Soldini durante su récord entre Mónaco y Saint-Tropez.

En este club náutico se puede alquilar remos, kayaks y tablas de windsurf, tomar clases de vela ligera en embarcaciones optimist o láser o navegar en 420, que aunque no es un barco de iniciación no requiere un nivel avanzado para su manejo. Los más audaces, sin embargo, pueden optar por un catamarán o, mejor aún, por la tabla de surf e-foil, un deporte que nació en el 2017 y que es fácil de aprender si se tiene experiencia en snowboard, esquí acuático o paddle surf. A la tabla se le da más o menos potencia con un mando inalámbrico que se lleva en la mano y la dirección se controla desplazándose sobre ella. Poniendo más o menos peso en la parte delantera o trasera del e-foil se consigue que este se levante del agua y “vuele”.

Un Nacra 20 navega frente al Yatch Club de Saint-Tropez

Pero sin duda la audacia extrema para navegantes experimentados es volar sobre el agua en el Nacra 20 foil, un catamarán de carreras de alto rendimiento que puede elevarse hasta medio metro del mar con dos timones y otros tantos foils (orzas) como únicos puntos de anclaje.

Los amantes del snokel o el buceo tal vez prefieran el seabob, a medio camino entre una moto acuática y un scooter submarino. Como el propulsor permite llegar a profundidades rápidamente, hay que tomarse un tiempo para compensar los oídos y evitar cualquier daño. O aprovechar su propulsión para bucear en superficie recorriendo más distancia en menos tiempo.

El spa Sezz Cinque Mondes, en Saint-Tropez

Tras la jornada acuática, las clases de yoga que se imparten en el hotel al atardecer –y también al amanecer– o el spa Cinq Mondes ayudan a rebajar la adrenalina antes de afrontar otro de los placeres de este rincón de la Riviera francesa, los platos que prepara el chef Philippe Colinet en el restaurante Colette, que ha sido galardonado este mismo año con una estrella Michelin.

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