El verano es una época idónea para descubrir nuevas prácticas deportivas, como es el caso del surf. Hay muchas variedades diferentes que se adaptan a cada nivel o incluso a la edad de cada niño. Antes de tomar las olas, se pueden realizar diferentes juegos para que vayan familiarizándose con el mar y desarrollen sus habilidades motoras. En esta etapa, se recomienda utilizar tablas de bodyboard, ya que son más pequeñas y manejables.

A partir de los 8 a los 10 años, ya pueden estar listos para introducirse de manera formal en este deporte. Hay multitud de escuelas que les enseñarán la técnica correcta y cómo montar sus primeras olas. Aunque es un deporte individual, pueden aprenderlo en grupo y así animar a los niños a socializar.

Si toda la familia quiere hacer surf unida, una buena opción es el paddle surf. Si el niño no tiene la suficiente destreza, podrá ir con un adulto en la tabla, que será el que reme. Eso sí, es imprescindible saber nadar y todos los expertos recomiendan saber bucear antes de iniciarse en cualquiera de las diferentes ramas de este deporte.

Antes de seguir leyendo, deberías saber que, para dominar este deporte, hay que tener mucha paciencia y perseverancia. No solo trabajarás el cuerpo: cada ola es diferente y terminarás convirtiéndote en todo un estratega para ver cómo abordas cada una de ellas. Además, se desarrolla una fuerte conexión con el entorno.

Obviamente, el equipamiento más importante es la tabla de surf. No hace falta que te compres la más cara del mercado, pero debes mirar bien que tenga el suficiente grosor y sus dimensiones sean acordes al cuerpo del niño. Si tiene ''leash'', mucho mejor: es la cuerda o argolla que la sujeta al tobillo. Además de ser muy cómoda, para no tener que perseguir la tabla mar adentro, también se considera un elemento de seguridad.

No se recomienda surfear en sitios donde no se haya nadado antes: hay que conocer el entorno

Las primeras veces que entres en el agua solo intenta remar con los brazos sobre la tabla. Te parecerá sencillo, pero se necesita coordinación y se trabaja todo el cuerpo. Así te acostumbrarás al movimiento de la tabla. Y recuerda: no debes surfear en sitios donde no hayas nadado antes.

Para los niños se recomiendan modalidades del surf como el bodyboard (donde pueden ir tumbados en la tabla), el paddle surf (que pueden usar la tabla como kayak) o el skimboard (que busca deslizarse por las olas que rompen en la orilla). No hace falta invertir mucho dinero en las tablas: estos modelos seleccionados son baratos y, además, duraderos (le acompañarán durante muchos veranos).

Esta tabla de surf está indicada para niños de 6 a 16 años. Su diseño ayuda a mantener la postura en el agua a las personas que se estén iniciando en este deporte: por eso lleva la cola en forma de media luna y la parte de la cabeza algo elevada. Se maneja mejor y evita que entre el agua. Incorpora correa para que no pierdas la tabla entre las olas.

No solo es una tabla para niños. Según el fabricante, soporta hasta los 90 kilos de peso, por lo que se convierte en una perfecta ''bodyboard'' de iniciación. Cuenta con un núcleo EPS y una parte inferior de polietileno de alta densidad y red de plástico, por lo que es una tabla muy resistente con un peso contenido. Es muy ligera y con un diseño curvo, para que ''coger olas'' te resulte mucho más fácil.

Esta bonita tabla, con estampado playero muy tropical, está fabricada en espuma de poliéster de alta densidad, resistente al desgaste del agua. Mide 100 centímetros y está recomendada para niños mayores de 6 años. Por su estética, por su composición y por su ajustado precio se ha convertido en una de las ''bodyboards'' mejor valoradas entre los usuarios de Amazon.

No es fácil unir muchas olas al principio. Por eso, una tabla con remos puede convertirse en un divertido kayak para esos momentos donde el mar está en calma. Está recomendada para niños de 6 a 14 años (admite un peso de hasta 60 kilos) e incluye bomba para inflar la tabla, remos y bolsa de transporte.

El skimboard es una variante del surf muy recomendada para los niños, ya que se practica en la orilla de la playa: justo cuando las olas están rompiendo en la arena. Para esta modalidad, las tablas son más cortas, estrechas y no llevan aletas en la parte inferior. Además, este modelo de la firma Acan está fabricado en madera y, gracias a su estampado spider, también puede usarse de objeto decorativo.

Si ya no llevan flotador ni manguitos, pero necesitan un punto de apoyo en el agua, estas tablas son el accesorio perfecto. Pueden sujetarse a ellas mientras que mejoran su técnica de nado o también tumbarse encima y descansar. De todas formas, no sustituyen a los elementos de seguridad y su uso debería ser siempre supervisado por un adulto.

La colchoneta más surfera: apta para las olas y también para descansar en la piscina. Soporta hasta 100 kilos de peso y está fabricada en poliéster de alta resistencia. Aun así, si sufre algún pinchazo, cuenta con kit de reparación con diversos parches. Además, ahora tiene un buen descuento.

Esta tabla de bodyboard también es hinchable. Destaca por sus pequeñas asas en los laterales, para que los niños se agarren mejor. Así también sirve como flotador, para que puedan realizar diversos ejercicios de natación y mejorar su patada. Si la desinflas, cabe perfectamente en cualquier mochila.

Obviamente, es mucho más atractiva para los niños que un corcho de natación. Esta pequeña tabla con los personajes de Frozen es ideal para que los más pequeños (a partir de 3 años) puedan practicar su técnica en el agua y, cuando tengan más soltura, también se pueden subir encima para intentar coger alguna ola. Está fabricada en poliestireno y apenas pesa 300 gramos.

Un buen aliciente para que los más futboleros se olviden de la pelota y se den un chapuzón. Esta tabla tiene el escudo del Real Madrid y un dibujo del Santiago Bernabéu. Está recomendada para niños mayores de 3 años y fabricada en plástico. Mide 82 centímetros y su peso ronda los 300 gramos.

El paddle surf cada vez tiene más adeptos. Se puede realizar en el mar, pero también en ríos y lagos. No necesita tanta destreza como el surf, pero trabajas equilibrio, piernas y brazos, por lo que resulta un deporte muy completo. El único inconveniente es que las tablas son mucho más grandes. Eso sí, con este modelo hinchable, problema solucionado: soporta hasta 220 kilos e incluye pala de aluminio ajustable, mochila de viaje, bomba con manómetro, correa elástica y aleta negra.

Recuerda que estas tablas pequeñas permiten tomar las olas de diversas maneras. Puedes estar encima tumbado (lo que se denomina ''prone''), con una pierna arrodillada (''drop knee'') o totalmente de pie (''stand up''). Por su parte, las tablas grandes, tipo paddle surf, también se pueden usar como kayak o incluso para practicar yoga sobre el agua.

No subestimes el trabajo que se realiza con cada una de ellas: equilibrio, musculatura y coordinación. Y, sobre todo, intenta que sea un momento muy divertido. Sol, verano, niños, mar y olas… eso sí, siempre con seguridad y recordando que no sustituyen a flotadores o manguitos. Con estas tablas de surf para niños e iniciación, la diversión está garantizada.

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El verano es una época idónea para descubrir nuevas prácticas deportivas, como es el caso del surf. Hay muchas variedades diferentes que se adaptan a cada nivel o incluso a la edad de cada niño. Antes de tomar las olas, se pueden realizar diferentes juegos para que vayan familiarizándose con el mar y desarrollen sus habilidades motoras. En esta etapa, se recomienda utilizar tablas de bodyboard, ya que son más pequeñas y manejables.